Política

Tres tristes tigres: Barrionuevo asumió como interventor del PJ Nacional con más presencia mediática que dirigencial.

*Por Redacción

Tras el fallo político-judicial de la jueza federal Servini de Cubria, el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo asumió como interventor del Partido Justicialista Nacional. El flamante interventor presentó a parte de su equipo de trabajo donde se destacaron las presencias de Carlos Campolongo como vocero de prensa y Julio Bárbaro como coordinador político.

El sindicalista aseguró ser un “soldado de la justicia” y aclaró que las “puertas del peronismo están abiertas para todos”. Sin dar explicaciones sobre el controvertido fallo judicial, Barrionuevo, deslizó críticas al gobierno flanqueado por sus asesores. La ausencia de dirigentes peronistas de peso marcó la escasa legitimidad con la que cuenta de la intervención.

Tanto Bárbaro como Campolongo, durante el primer tramo del gobierno neoliberal, oficiaron de voceros críticos al kirchnerismo. Su presencia mediática justificó las acciones políticas, económicas y sociales del gobierno. Con el correr del tiempo cambiaron sus apreciaciones respecto a la gestión Cambiemos, aunque cuesta demasiado reconocerlos como peronistas.

Luis Barrionuevo comenzó a jugar sus cartas para conducir un PJ vaciado por medio de una operación política y judicial que es más que funcional al gobierno. Más allá del llamado a la unidad, la intención es licuar la presencia kirchnerista en el partido y abrir un frente que reclute a viejos peronistas alineados con el neoliberalismo. Detrás de la maniobra se puede observar la sombra de Eduardo Duhalde. En tanto las operaciones no se han detenido. Esta semana el barrionuevismo pretendió instalar la posibilidad de una alianza en la CGT con el moyanismo para correr a los gordos. La movida cayó en el vacío. Por el momento Camioneros continúa con la idea de no regresar a la conducción de la Central hasta que no se definan las características del proceso de unidad.

Cabe destacar que a través del triumbiro, Carlos Acuña, Barrionuevo bloqueó la posibilidad de que el Consejo Directivo de la Confederacion General del Trabajo, llame a un Comité Central Confederal para elegir una nueva conducción. El gastronómico expresó su intención de reflotar la Juventud Sindical Peronista en el partido de la misma manera que intentará planchar cualquier acción comprometida de la CGT.  Por otro lado está semana buscó apoyo en el sector disidente de las 62 Organizaciones para rearmar la fuerza política del sindicalismo.

El impulso que Barrionuevo adquirió en las últimas semanas no responde  a un acción individual. Sus vínculos con el gobierno no lo dejan demasiado bien parado en la interna peronista y por el momento sus propias fuerzas no tienen el vigor necesario para imponerse en la contienda. Tratará de explotar sus delicadas alianzas internas en en la CGT para potenciar su intervención en el PJ. En todo caso la movida es funcional al gobierno que busca romper la unidad para disputar con más tranquilidad el escenario del 2019.

 

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